Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la Revolución francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio científico.
CARACTERÍSTICAS
Estas corrientes tienen como características
diferenciadoras la defensa de un monismo metodológico
(teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas las ciencias). La
explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si se
aspira a ser ciencia, específicamente el método de estudio de las ciencias físico-naturales. A su vez, el
objetivo del conocimiento para el positivismo es explicar causalmente
los fenómenos
por medio de leyes
generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón
como medio para otros fines (razón instrumental). La forma que tiene de conocer
es inductiva,
despreciando la creación de teorías a partir de principios que no han sido
percibidos objetivamente. En metodología
histórica, el positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas,
minusvalorando las interpretaciones generales, por lo que los trabajos de esta
naturaleza suelen tener excesiva acumulación documental y escasa síntesis interpretativa. Auguste Comte
formuló a mediados del siglo XIX la idea de la creación de la sociología
como ciencia que tiene a la sociedad como su objeto de estudio. La sociología
sería un conocimiento libre de todas las relaciones con la filosofía y basada
en datos empíricos en igual medida que las ciencias
naturales Una de sus propuestas más destacadas es la de la
investigación empírica para la comprensión de los fenómenos sociales, de la
estructura y el cambio social (razón por la que se le considera padre de la sociología
como disciplina científica). Comte presenta a la historia humana en tres fases
o estadios:
- Estadio
teológico o mágico: corresponde a la infancia de la humanidad; en esta
época las personas dan explicaciones mágicas de los fenómenos naturales,
utilizan categorías antropológicas para comprender el mundo y técnicas mágicas para dominarlo.
- Estadio
metafísico o filosófico: las
explicaciones son racionales, se busca el porqué de las cosas, y se
sustituye a los dioses por entidades abstractas y términos metafísicos.
- Estadio
científico o positivo: es la definitiva.
El conocimiento se basa en la observación y la experiencia, y se expresa
con el recurso de la matemática. Se busca el conocimiento de
las Leyes de la Naturaleza para su dominio técnico.
Además afirma que no es posible alcanzar un
conocimiento de realidades que estén más allá de lo dado, de lo positivo, y
niega que la filosofía pueda dar información acerca del mundo: esta tarea corresponde
exclusivamente a las ciencias.
REACCIÓN
Como reacción a la epistemología positivista, surge,
principalmente en Alemania,
la epistemología hermenéutica.
Entre las críticas que se le hacen al positivismo está la incapacidad que posee
el método de las ciencias físico-naturales para conocer sus objetos de estudio
(la sociedad, el hombre, la cultura), los cuales poseerían propiedades como la intencionalidad,
la auto-reflexividad y la creación de significado,
que serían dejados de lado por la epistemología positivista. A su vez, dentro
de la hermenéutica,
cabría una crítica a la búsqueda de leyes generales y universales, pues deja de
lado necesariamente los elementos que no pueden ser generalizados. Así, algunos
hermeneutas defienden un conocimiento ideográfico (de conocimientos más
precisos, pero menos generalizables), que uno nomotético desde la hermenéutica,
se planteó la necesidad de conocer las causas internas de los fenómenos,
cuestión que se alejaba de la explicación externa de estos. Así en vez de
buscar la explicación, los hermeneutas buscan la comprensión de los fenómenos.
Durante el siglo XX, a
partir de los estudios de Bertrand Russell y
otros, el filósofo Ludwig
Wittgenstein elabora el texto Tractatus Logico-Philosophicus,
que sirve de inspiración para el surgimiento del Círculo de
Viena, grupo de intelectuales que tuvo como objetivo el
alejar definitivamente a la ciencia de la metafísica, a
partir del desarrollo de la lógica de
Russell. Esta propuesta plantea un método basado en la experimentación
observación y recolección objetiva de datos a fin de buscar explicaciones a las
causas que originan los fenómenos.
CORRIENTES
POSITIVISTAS
Entre las corrientes positivistas se puede mencionar
al positivismo
ideológico, al empiriocriticismo,
al positivismo metodológico o conceptual al
positivismo analítico, al positivismo sociológico, al positivismo realista y al neopositivismo
(empirismo lógico o neopositivismo lógico). Los enfoques sociologistas en
filosofía de la ciencia y epistemología han sido tradicionalmente los
principales críticos del positivismo, aunque ambas posturas no son
necesariamente contradictorias.
En el campo del Derecho el
denominado positivismo
jurídico o iuspositivismo, no tiene una relación directa con
el positivismo filosófico, sino con el concepto de Derecho positivo
(la consideración del Derecho como creación del ser humano).
En el campo de la psicología se puede mencionar al Conductismo o Psicología
conductista, como pioneros en la aplicación de la metodología
científica al estudio de la conducta humana. Actualmente en la Psicología
conviven múltiples escuelas, muchas de las cuales se basan en el positivismo
para el estudio del ser humano. Entre dichas escuelas o enfoques destacan el
Cognitivo-Conductual, el enfoque Sistémico, o la recientemente llamada
Psicoterapia de Tercera Generación (enfoque que sin abandonar el positivismo,
incorpora variables más ideográficas al estudio del ser human.
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